Emprender puede ser una decisión complicada, especialmente ahora que el mercado es tan volátil y la estabilidad brilla por su ausencia. Aun así, el número de perfiles emprendedores crece año tras año y, en España, las mujeres representan el mayor porcentaje de toda Europa.
El informe realizado por GEM España muestra que nuestro país encabeza por sexto año consecutivo el nivel de paridad en cuestión de emprendimiento, con 9 mujeres emprendedoras por cada 10 hombres, siendo la media europea 6 mujeres por cada 10 hombres.
Así, la tasa de actividad emprendedora (TEA) femenina nacional representa un 48,4% del total.
Sin embargo, en relación a las startups las cifras no son tan optimistas. Según el Mapa del Emprendimiento en España 2020 realizado por South Summit, tan solo el 20% de las startups están impulsadas por mujeres, un gender gap muy marcado que lleva estancado varios años.
El motivo de esta brecha puede verse referido por la dificultad en el acceso a la financiación, la limitación del tiempo a causa de la conciliación familiar, la contratación de talentos, la baja presencia de mujeres en carreras STEM y la falta de referentes femeninos debido a que el mundo del emprendimiento ha estado tradicionalmente dominado por los hombres.
Aún así, aunque el porcentaje de mujeres líderes es muy bajo en comparación al de hombres, sí es cierto que 40% de las startups tienen una figura femenina dentro de su equipo fundador.
Tal y como se indica en el informe realizado por el Observatorio de Emprendimiento de España, las mujeres emprendedoras españolas comprenden una edad entre los 35 y los 44 años, con estudios universitarios y han realizado al menos un máster. Además, cuentan con una renta mayor que la población media, lo que les ayuda en las inversiones iniciales.
En cuanto al perfil psicológico, se trata de mujeres analíticas, organizadas, creativas, resolutivas, negociadoras, autodisciplinadas, empáticas, y con habilidades de gestión financiera, las cuales enfrentan las adversidades con optimismo.
Asimismo, mayoritariamente emprenden en el sector de los servicios y lo hacen motivadas por la necesidad a causa de la falta de empleo, una alternativa mejor a la de su posición actual o superar la precariedad laboral. Entre los sectores con más presencia femenina destacan: moda, fintech, salud y bienestar y educación.
Por otro lado, a la hora de emprender, las mujeres son más solitarias: el 62% lo hacen solas, mientras que la mayoría de hombres lo hacen al menos junto a otro socio fundador. De hecho, los equipos de más de tres fundadoras son prácticamente anecdóticos.
Llama la atención que, en aquellos indicadores clave que favorecen la actividad emprendedora - detección de oportunidades, poseer los conocimientos y habilidades necesarias y tener referentes -, los hombres tienen un porcentaje mayor que las mujeres. Por el contrario, el miedo al fracaso, que representa un obstáculo, es superior entre la población femenina.
Según expresa el informe “Diagnóstico sobre Igualdad de Género en el Emprendimiento para Jóvenes” los motivos de estas diferencias pueden deberse principalmente a causas sociológicas.
Gran parte de la literatura sobre género y emprendimiento señala las causas de tipo social, especialmente la persistencia de un marco social sexista en el que conviven actitudes machistas con planteamientos apoyados en la diferencia de sexos a la hora de afrontar tanto la vida personal como la profesional, lo que influye también en su autopercepción, de modo que las mujeres, en términos generales, se consideran menos preparadas y con menos habilidades para emprender, tienen menos autoestima, presentan más miedo al fracaso y son menos optimistas.
Los datos reflejados en el documento GEM refuerzan estas teorías.
Para seguir manteniendo la paridad en alza y reducir de forma significativa la brecha de género existente en las startups, desde Lanzadera nos indican una serie de acciones que con las que podemos contribuir:
Crear referentes femeninos dando visibilidad a las mujeres emprendedoras.
Fomentar la participación de las estudiantes en carreras STEM.
Apoyar la conciliación familiar y la igualdad doméstica.
Ofrecer apoyo y formación a emprendedoras.
Apostar por políticas que favorezcan el emprendimiento femenino.
Aumentar la presencia femenina en órganos de decisión.
Dar financiación a proyectos liderados por mujeres.
Todavía nos queda un largo camino por recorrer y las condiciones actuales no parecen que vayan a ser muy favorecedoras. Debemos seguir apoyando el emprendimiento femenino y crear iniciativas que ayuden a las mujeres a dar el paso, para que que sean las referentes de las emprendedoras del futuro.
@All rights reserved by Timtul Technologies & Pi del Campo. 2018
Comentarios